Funciones de detectives para custodia compartida de menores
Una de las situaciones más sensibles y dolorosas durante un proceso de divorcio es la custodia de menores. En algunos casos la custodia compartida genera conflicto, sobre todo una vez tomada la decisión por parte del juez. Por eso existen progenitores que recurren a detectives privados para la investigación de la custodia compartida o monoparental.
Cuando un juez toma la decisión de establecer una custodia compartida se basa, sobre todo, en los intereses del menor. Durante el proceso cuenta con la ayuda de especialistas cualificados para que la decisión tomada sea la correcta. Sin embargo, en ocasiones hay motivos de peso que invitan a pensar que se trata de una decisión equivocada, aunque el juez no haya podido verlo como tal.
Es muy común que, una vez la decisión es firme y se determina la custodia, los progenitores no estén de acuerdo con la misma. Por eso, en casos extremos, uno de ellos puede solicitar la ayuda de un detective privado para demostrar que el hijo, o los hijos, pueden estar en peligro con la otra persona. ¿Y cómo de importante es el papel de los detectives en la investigación de la custodia compartida? Veámoslo.
La custodia compartida según se recoge en el Código Civil
La custodia compartida tiene muchos detractores por diversos motivos, a veces infundados. Según el Código Civil, en caso de divorcio la custodia de los menores suele recaer en uno de los cónyuges, dándose una custodia monoparental que suele fallar a favor de la madre. Según las estadísticas, esto ocurre en un 81% de los casos, mientras que sólo en el 12% se falla a favor de la custodia compartida.
Esto se debe a que, debido a pensamientos arcaicos, se la considera más predispuesta y preparada para el cuidado de los hijos, a veces sólo por ser mujer. Pero huelga decir que esto es una generalidad absurda. Esto ocurre cuando el menor tiene menos de siete años. Si tiene entre siete y catorce años, suele preguntársele con quién prefiere quedarse y decidir según su respuesta y lo que vaya a ser mejor para él.
Generalmente, la custodia compartida sólo se contempla cuando existe un acuerdo entre los cónyuges o uno de los progenitores la solicita explícitamente y obtenga un informe favorable y vinculante de la fiscalía. Sin embargo, desde hace unos años cada vez más hombres reclaman la custodia de los hijos, llegando a pedir la guarda y potestad de los mismos.
La función del detective privado para la investigación de la custodia compartida
Cuando uno de los progenitores observa o cree que el ex-cónyuge infringe de forma reiterada con sus deberes establecidos según la custodia compartida o monoparental, puede demandar la revisión del convenio en pos del bienestar del menor o los menores. Esta demanda suele contar con pruebas obtenidas por un detective privado.
Para que estas pruebas tengan validez deben ser gráficas, lícitas, y basarse en documentales legales que demuestren los hechos denunciados y la negligencia del progenitor que cuenta con la custodia del menor. De este modo, las pruebas serán determinantes ante los tribunales.
En este momento entra en juego el detective privado para la investigación del a custodia monoparental o compartida. Su función será la de recabar las pruebas necesarias para demostrar que el cónyuge al que se acusa no está capacitado para cuidar correctamente del menor.
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Los motivos más habituales que desencadenan las demandas de revisión de la custodia de los menores son, o bien la petición del régimen de visitas, o bien que un progenitor observa una conducta negligente hacia el menor o los menores por parte del ex-cónyuge: que nunca recoja a los hijos de sus quehaceres a la hora acordada, que no los atienda de forma correcta, que los deje solos y sin vigilancia mientras trabaja o hace recados…
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Sin embargo, también existen varias causas por los cuales uno de los progenitores puede probar que su ex-cónyuge no está capacitado para hacerse cargo de la custodia del menor. Algunas de las más habituales son:
- Situación de peligro para el menor.
- Desatención del menor.
- Trato inadecuado al menor.
- Indicios de maltrato al menor.
- Abandono del menor.
- Consumo de drogas o consumo excesivo de alcohol por parte del progenitor.
- Situación económica desfavorable para el menor por parte del progenitor.
- Trastorno mental del progenitor que lo incapacita para un correcto cuidado del menor.
El detective realizará un seguimiento e investigación privada en la que recopilará pruebas suficientes, que posteriormente entregará en un informe que podrá adjuntarse como prueba en un proceso judicial. Si es un profesional y las sospechas son infundadas, el detective privado puede conseguir lo siguiente:
- Encontrar pruebas que demuestren que el cónyuge denunciado no es apto para tener la custodia del menor: Ya sea por una de las causas citadas anteriormente o por otras que pongan en peligro la integridad física y mental del menor.
- Aportar experiencia para lidiar con la situación: Además de aportar pruebas, un buen detective privado sabrá cómo asesorar a su cliente para enfrentarse a un caso de esta tipología.
- Resolución de conflictos: Dada su experiencia en estos casos, el detective privado podrá ayudar a alcanzar un acuerdo amistoso entre los progenitores en el caso de que el ex-cónyuge también encuentre pruebas acusatorias en contra del cliente.
Una investigación exitosa
Este tipo de investigaciones suelen acabar de forma positiva en el 90% de los casos. Ante el mínimo indicio de sospecha, con la correcta investigación y seguimiento se puede demostrar que uno de los progenitores no está cualificado para cuidar al menor o los menores y, por lo tanto, se puede llegar a hacer justicia.
Sin embargo, existen situaciones en las que uno de los progenitores denuncia simplemente por hacer daño a su ex-cónyuge sin pensar en el bienestar del menor. En estos casos, con la ayuda de un detective privado, se puede demostrar que la decisión del juez ha sido la correcta y que el menor está con quien debe estar.
La implicación del detective privado en los casos de custodia de menores es, por lo tanto, crucial para garantizar la seguridad, felicidad y bienestar del menor o los menores. En última instancia son los niños los que deben ser felices y asegurarse un futuro criándose en un ambiente agradable. Gracias a la ayuda de un buen detective privado se evitará que el menor se críe con un progenitor violento que le lleve a situaciones estresantes que le impidan crecer y desarrollarse como cualquier otra persona.